miércoles, septiembre 14, 2005

Carta abierta a Feña: el reencuentro.

el blog del Feña

Vaya Fernando, qué emoción. Con los años me he puesto mas blanducho de corazón. Menos cerebral. Mas visceral. Así debe ser. Somos tan pequeños.

Soy felíz como papá amigo, así como tú te ves: ello me ha hecho mas flexible, mas tolerante, mas humano. Estoy alejado de la congregación, hay tantas cosas que por dignidad ni siquiera publicaré en blogs ni cosas de la net, serán solo objeto de alguna conversa si se da, esta enterrado en el fondo de un corazón bastante lastimado, pero esa es harina de otro costalillo. Tus hijos se ver lindos, sanos, felices, llenos de tu amor y el que sin duda les brinda su mamá. Esa es la vida real, los vínculos que el mismo Creador diseñó, afectos indispensables para estar completos, creo yo.


¿Así que calumnias? Me haces reir. Tu sabes como es la congregación, Fernandito. A diario, y esto SI LO PUBLICARE, pasan por mi lado señoras predicando y escucho (quien me hizo un oido tan re agudo??) sus reproches, sus quejas, sus pelambres, sus ocios...que queda para hablar de alguien que fue mas de 10 años precursor especial, que ayudó a fundar como 5 congregaciones. En fin. Sí, he pecado, padre, por ser tan ingenuo, tan candido, tan inexperto. Asi que si te dicen que soy un pecador, por cierto  lo soy: sigo siendo el mismo idiota confiado, que entrega lo mejor de sí, que espera lo mejor de otros. Se que no voy a cambiar. 



Son 39, que le voy a hacer. Soy demasiado tierno, me fijo en cosas pequeñas y absurdas para muchos, como la amistad, el pasar un buen momento juntos sin intereses dobles, en tender la mano cuando es necesario. Soy incorregible. Ni siquiera doy pa' la expulsión (smile).

Un abrazo, sea que nos veamos o no. Te recuerdo con cariño. El otro día me acordaba de tu visita cuando yo estudiaba Derecho en Viña, te acuerdas? En ese entonces yo era un pequeño y vil fariseo, Feña, pero la vida me ha humillado, me ha moldeado. (Por que dice este bruto esas cosas de sí, diras? No te lo contestaré. Solo lo diré, y por favor aceptalo).


Te envío mucha paz, mucho equilibrio y mucha simpleza. Eso es lo que nos falta, ¿no crees?




Atte.,

Station Wagon.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Eduardo -

Carta sinsera, afectuosa con la que me identifico en pleno...es cierto somos carne vibrante que se viste de vida... y ella siemrpe se abre camino para gritar su anhelo...

Abrazo

Claudia

Unknown dijo...

sincera--- ;-)