domingo, abril 24, 2016

LA ODISEA DE MI SANGRE...

La sangre fluye, todavía
desde siempre, originaria;
se empecina en recordarme
que vivo, en un Programa.

Que existo
que rojizo, todo fluye,
contra corriente, altura, dimensión, visiones:
contra el Administrador Inteligente
que insertaron  en mi alma.

La cicatriz siempre estuvo allí,
en mis narices.

Hay esperanza, un haz de luz.

La sangre es, en efecto,
líquido de estrellas,
en sabio proceso de espesura.
Es la alquimia que guarnece
mis fronteras,
el fin de mi sendero,
el asombro, el parpadeo
que derrama los sentidos.

(El ADN es el lenguaje exacto
que contiene la salida).

Pero la sangre no responde,
no le canta
a mis preguntas impetuosas.
Sólo me lava cobardías,
sólo entumece mi esqueleto,
la pertinaz musculatura
que reflexiona el movimiento.

La sangre cual caudal,
marisma de volcanes
sin edad ni tiempo indemne,
es aquella que en su cofre
me defiende, -oh guerrera fraterna-
contra el ojo omnipotente
que no es más que un vil granjero
presentido, explorado
desde siglos
por ancestros...

Es la sangre que defiende
mi existencia de un obscuro
Administrador Inteligente.

Ante la Cueva de Altamira
hoy he alumbrado la respuesta,
rupestre y futurista.
Para todos los efectos legales,
contemporánea.


sábado, julio 28, 2012

Se marchitan y renacen


Se marchita aquel jardín
en Julio;
sin embargo
en mi subsisten tantas vidas,
partos remotos:
Historia, nebulosas, infidencias, madrugadas...

Renace aquello que, después de todo,
 no se marchita:
el recuerdo, el ayer, la penumbra,
descripción hecha  vivencia...

Y renacen,
diariamente,
mis vivencias...
pertinaz amanecer
de rocío y de deshielo,
aceptando que se mueren
indolentes, tus segundos.

Y los míos.

( Y el estigma hoy en tus ojos,
y aquel eco en tu silencio...)

Autor: ©Eduardo Waghorn H.

domingo, julio 20, 2008

Trayectos


Muevo las piernas
entre sonidos,
rascacielos y bullicio,
me conecto con los ojos
de transehuntes a prisa:
tomo fotos con el lente
de mi vista acorralada.

Flash absurdo.

Comen, beben,
amanecen,
existiendo meramente.

Son animales en jaulas.

Ejecutivos de terno,
triste showtime en serie;
y elegantes damas sordas,
sofisticadas y cínicas.

Un mendigo pide sobras
con su lamento que azota.

Continúo con mi cámara
de aferrarme a la cordura.

Me rodean, despedazan mi cristal,
mi objetivo delirante.

Al fin queda todo en orden,
y el absurdo reina en calma
por los siglos de los siglos,
amén.

Autor: ©Eduardo Waghorn H.

martes, marzo 11, 2008

Segunda oportunidad...(¿Última?)


Hoy caminé mirando al cielo,
más allá de construcciones,
rascacielos, estructuras...
El viento que anuncia el hielo
rasgaba mi rostro, mas yo sonreía.
Tropezando un par de veces,

sollozaba de alegría.
Estreché entre mis brazos a mis amados
y los sentía, y vivía.

Hoy afeité mi ajada faz,
y en mi caso es habitual:
me cortaba, no maldecía...

Pequeñas cosas me inundaron,
detalles tibios, inmensos, eternos.

Hoy comprendí que mi conciencia debe estar limpia;
que dar amor es el camino
aunque el odio ciego 

aun reine en mi planeta;
que mi princesa de seis
me requiere urgente, que no puedo fallarle ni faltarle;
que me debo a muchos que me quieren y me esperan.

Hoy sentí correr la sangre por mis venas.

Y dí las Gracias, de rodillas.

Luego estreché entre mis brazos a mis amados
y los sentía, y vivía.

¡Y aun vivía!




Autor: © Eduardo Waghorn H.

miércoles, octubre 31, 2007

Tus Labios.

¿Cómo olvidar tus labios,
aquel abismo rojo y tibio
que se tragaba mis sentidos?
Fui sumergiéndome en las aguas
de tu saliva irresistible...
Fui sucumbiendo a la delicia
de aquella miel, mezclada en sangre.

Así quiero tus labios, no de otro modo:
de carne cruda, hipnósis blanda,
éxtasis de lenguas y dientes
en colosal choque por la vida.

Y tiemblo.

No puede haber
beso genuino
sin un mordisco bien mojado,
no puede haber
dicha mas plena
que devorarte con mis labios.

Y entonces e s t a l l o ...

Autor: ©Eduardo Waghorn H.

viernes, octubre 19, 2007

"Eliminar Contacto" (Antipoema anecdótico y brutalmente cotidiano)


Me juraste amor eterno,
y entregaste hasta tu sangre,
tu corazón, tu verdad...

(Sí, me amabas en silencio,

con los párpados abiertos,
con el alma y aun la piel).
.......


Hasta que descubrí

tu engaño duro, abyecto,
insoportable.
.......


Luego, arrepentidos,eliminamos nuestras vidas,

-existencias pasajeras-,
con el botón derecho del mouse...
-"Su contacto ha sido eliminado".



Autor: © Eduardo Waghorn H.

lunes, septiembre 10, 2007

Involución


Cada día más corderos,
por lograr sobrevivir,
deben vestirse de víboras.


La pureza va manchando
de veneno el corazón.


( Metamorfosis hiriente de sentimientos ,
de almas,de labios, de pupilas,de rostros,
de palabras,de gestos, de susurros...)


Cada día más corderos
por intentar ser "comunes"no resisten la eclosión.
Se corrompen.


Se contagian a sí mismos.

Autor: © Eduardo Waghorn H.

Codicia de instantes ( O cómo detener el tiempo).


Capturaba los segundos
en pequeñas cajas de regalo...
No vivía en su codicia
de acumular los instantes.

Con el tiempo tan inmensa
colección de espacio-tiempo
no resistió la cordura,
ni las leyes inmanentes.
Ya no pudo más inflarse
y
R E V E N T Ó por la comarca.


Autor: © Eduardo Waghorn H.

Fuga.


Finalmente una mañana
sus ojos agotados
se escaparon,
a n h e l a n t e s ,
por la fría ventana
de su cárcel.

(Solo su cuerpo ha quedado,
ausente y casi inmóvil,
como testigo de su viaje
a la región de los recuerdos).


Autor: © Eduardo Waghorn H.

martes, agosto 14, 2007

Paria Üniversal, segmento Ü (antipoema)


Suelen preguntarme
ingenieros comerciales:
"A qué segmento perteneces?
¿De qué clase eres?"
-¿Cual es tu casta?-
diría un hindú.

También me lo pregunto.
No soy ABC1, no tengo propiedades
ni terrenos, ni fundos.
No encajo en el Jet Set
(yo acaricio los perros de la calle).
No soy C3, no me reviento diariamente
por mantener un status,
no tengo úlcera gástrica
ni recurro a pagarés,
montañas de cadenas.

El arribismo me enferma.

Tampoco soy C4, ellos me tratan
y me ven muy "de arriba",
muy formal, muy educado.
Si me tomo un pipeño
en la Piojera o en El Hoyo,
lo encuentran pintoresco.

Y no soy ni D ni E,
aunque he compartido
a la orilla de un brasero
chicharrones con grasa,
porotos deliciosos.
Aunque a estos últimos
-debo admitir- los envidio
por su alegría sencilla
que a menudo es la mas plena.

Pues bien, si yo no encajo
en estos nichos, bordes,
segmentos o texturas,
debo inventarme una letra,
escalafón, o peldaño,
de acuerdo a los estudios
de aquellos ingenieros.

Me autoproclamo Ü,
sexta vocal de la fonética china.


Seré entonces
el paria Üniversal.




Autor: © Eduardo Waghorn H.